Una trifulca sin par y batalla desigual contra el feroz y voraz Sistema Neocon que nos ahoga

Iguazú: Patrimonio de la Humanidad
jueves, 30 de noviembre de 2017
martes, 28 de noviembre de 2017
LA COCINA POPULAR NO MOLA EN BRUSELAS
El último informe de la Unión Europea, sobre empleo, renta y
desigualdad, emitido por la Comisión, desde Bruselas, esta semana,
vuelve a dejar a España con los pies al aire. Y es que la capa con
la que los hidalgos castellanos cubrían su zaherido orgullo cada vez
está más raída, remendada y pútrida, tal que ya no nos cubre las
vergüenzas, miserias ni na de na…!!!
Pero, “tranquis, coleguis” que pronto llegará Papá Noél y los
Reyes Magos, así que nuestros políticos Rajoy, Montoro y de
Guindos, a la cabeza, se enmendarán y redactarán sus cartas, llenas
de ilusión, para que el prodigio de aquellos hombres mágicos
solucione los problemas de nuestra economía. Todo porque, en
resumidas cuentas, la cocina popular no logra sazonar en la medida de
lo necesario sus platos para que acaben con la fame de los españoles.
O peor aún, nunca quiso.
Pero, claro está, nunca pasa nada y como, para algunos
compatriotas, los datos de la U.E. son emitidos solo para dañar o
pintar la cara a Rajoy, podemos seguir haciendo oídos sordos a las
voces que claman equidad, igualdad y respeto, desde dentro del país
– entre ellos ONGs como Cáritas y Cruz Roja – y desde fuera si
es la Comisión la que apercibe. Es problema radica en que mientras
se ningunea, sin el menor rubor, a la ciudadanía y sus
organizaciones, la U.E. nos sancionará por incumplir los mínimos
exigidos para pertenecer a tan ilustre club. Por torpes, vamos.
Por eso, creedme si os digo que hay gente que me está empezando a
caer mal, versión suave de “me están hinchando las narices”,
cuando miran hacia otro lado al ver situaciones lacerantes, de
extrema necesidad, en nuestras arterias urbanas o cuando, por omisión
de ayuda a los que las sufren, llega una reprimenda, como ésta, de
la U.E. a manera de informe de su Comisión. Y pese a todo, se sigue
sin hacer nada al respecto. Lo siento, no puedo con ellos. Claro,
nunca pasa nada “tenemos a Arconada” o “no tenemos miedo,
tenemos a Ablanedo” que se cantaba en el vetusto Anoeta o en El
Molinón, la catedral del Piles, en la década de los maravillosos
ochenta.
Pero entremos ya de una vez en harina, que para hacer una tortilla o
este pastel hay que romper las cáscaras de los huevos. El citado
informe, para todos en la red, analiza siete importantes variables
socioeconómicas como son la desigualdad de rentas; abandono escolar;
discriminación de género en el mercado de trabajo; riesgo de
pobreza y exclusión social; jóvenes que ni estudian ni trabajan;
tasa de paro y eficacia del gasto social en la reducción de la
pobreza y las califica, en función de la media de la U.E. como
excelente, bien, media, bien pero empeora, débil pero mejora, bajo
vigilancia y crítica. El caso español se torna crítico en los dos
primeros áreas que conforman el informe. Una pescadilla que se
muerde la cola, ya que si abandonas los estudios la falta de
formación te incapacita para alcanzar empleo digno. El resto, salvo
el referido a la discriminación laboral, situado en la media de la
U.E. - bastante malo, por cierto - queda bajo vigilancia; o lo que
es lo mismo bajo sospecha.
Con este sufflé, resulta anacrónico ver como sacan pecho los
cocineros patrios de los Presupuestos Generales del Estado. Yo al
menos, metería la cabeza en los libros de cocina, quien dice cocina
dice economía. hasta encontrar una receta que pusiese el menú
nacional entre los primeros de Europa. Ah, no, es verdad, que lo
importante no es la equidad entre los españoles y el libre acceso a
los recursos, derechos y mercado de trabajo. Pedir esto es una
pedantería; lo que mola es disertar sobre el color de la camiseta de
la selección española, qué Benlén Esteban tenga una hija
casadera, Paquirrín mueva la panza a ritmo bakalao o que en
Catalunya haya más seguidores del Barça o del Español. Así nos
va; tan bien como el informe – tirón de orejas a España.
La realidad, por cruda, es despreciada. Así nadie dice y todos se
callan la verdad de que los avances en empleo, si se puede llamar así
a esos“curros” diez horas al día por 500 € o de tres días al
mes, han sido marcadamente polarizados lo que lleva a que los ricos
sean más ricos y los pobres más necesitados, a la vez que aumenta
su número ( el 28 % de la población española está en riesgo de
exclusión social).
El informa concluye con un corolario temible que se resume en un
aumento de la desigualdad en el acceso a la educación, formación,
protección laboral y unido a los pobres resultados en el mercado
laboral llevan a que la Comisión observe un preocupante colapso en
los ritmos de desarrollo sostenible, procesos de equidad y de
inclusión social. Latitudes estas peligrosamente próximas a
Bulgaria o Grecia en el furgón de cola de la U.E. Eso sí; nadie
queda atrás con el ¡Viva España! Y el dogma de banderas.
Heri Gutiérrez García.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
LOS MACHOS ALFA, LA BURUNDANGA Y EL ABUSO DE PODER
Un país con unos datos de de mujeres asesinadas por violencia de
género – 45 a mediados de noviembre, momento de escribir esta
columna - , como España, no puede llamarse desarrollado, ni mucho
menos “ir bien” como postulan, cada tres por cuatro, nuestros
políticos. No amig@s,
no; mucho más allá de los “Gurtel”, “Marea”, “Eres”…
banderitas rojigualdas o esteladas, camisetas de la selección con
efectos ópticos, para algunos perversos y homenajes desmedidos a
humoristas que en su máximo esplendor eran del montón, encumbrados
por los cánones actuales como grandes filósofos y teóricos del
pensamiento posmoderno... Muchas millas ultramar, me barrunto, se
encuentra el espolio que sufren los seres humanos por la nefasta
acción y negación de ayuda de quienes deberían poner coto a este
desmán contra sus semejantes.
El poder, siempre el poder, y su cruel expresión como dominio de
los otros es algo que pone excesivamente cachondos a muchos, casi me
atrevería a decir que los lleva al paroxismo de la enervación
sádica. Uno no es más fuerte por lo que tiene, sino por la
diferencia respecto al otro, o lo que es lo mismo, por que puede
mearle en la boca sin que aquél, usado como escusado, se revuelva y
explote. Y si te jactas de ello en cahts o grupos de wasp, mucho
mejor, que para eso tienes un móvil de última generación.
Así, insultar a Carmena, la alcaldesa de Madrid, amenazar de muerte
a tu compañero “rojo”, adorar y rendir pleitesía a la bestias
fascistas, proponer métodos de exterminio y planear actos
terroristas contra medios de comunicación, son fundamentos de
cerebros yermos de neuronas habitantes de las mismas ciénagas y
cloacas que aquellos que impunemente violan a una joven,
supuestamente hasta arriba de escopolamina, para que pierda su
voluntad y no se defienda y graban sus hazañas para deleite de
individuos de la misma calaña.
Pero además, al sociedad actual parece estar tan borracha de
burundanga como las víctimas de una agresión sexual bajo su efecto.
Más todavía, enferma. No reacciona ante los chorros de horror, la
barbarie y la violación de los derechos humanos que aparecen día sí
y día también en los medios. Si te agreden, roban,violentan...
debes casi justificar tu inocencia porque, en el fondo, formas parte
de la misma jungla de odio que dio cuna y amamantó a los machos de
la manada que te agraviaron impunemente en un anónimo portal, oscuro
rincón, y subieron a la red – hay que ser absurdos – su triunfo
contra tu libertad ya vencida, copas y horas antes, por el efecto del
narcótico.
“Que no cerraste las piernas con la debida fuerza...” “Ibas
provocando por llevar escote, falda corta o pantalones ajustados...”
“No te dolió la afrenta porque seguiste haciendo una vida
normal...” “Es que, hija, lo ibas buscando...” Éstas y otras
peores, que no deberían ni siquiera pensarse por execrables, son
frases de marcado tinte machista, discriminatorio y vejatorio contra
la mujer que se esgrimen en los tribunales en defensa de los que no
se la merecen.
Y lo más triste de todo es la normalización que se ha obrado en
nuestra cultura, el morbo de las imágenes, de los desquiciados datos
sobre el feminicidio anual, de la creciente proliferación de grupos
neonazis que actúan en la impunidad de un sistema que pretende
esconder bajo la alfombra la basura acumulada durante años de
dejadez institucional. Y eso, de alguna manera, amig@s,
lo terminaremos pagando.
Herti Gutiérrez García
martes, 21 de noviembre de 2017
viernes, 3 de noviembre de 2017
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