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miércoles, 2 de abril de 2025

¡Asturias, si yo pudiera… Tener un Departamento de Economía!

 

Imagen de "To sir, with love" de James Clavell (1967)











Sepa Vuesa Merced, que ya mediada la tercera década del S.XXI, el Principau d’Asturies tiene el dudoso honor de ser una de las Comunidades Autónomas, del Reino de España, que no dispone de Departamento de Economía, en la Enseñanza Secundaria. Ergo, los titulares de este área somos incrustados, como apátridas, en otros con los que no hay vinculación alguna. Así por ejemplo, son destino de exilio, los de Historia y Geografía, Filosofía, FOL, Tecnología, incluso en algún caso la deslocalización nos lleva hasta Latín o Griego, quizás por ser Lenguas Clásicas y cuna de la Cultura. En contadas ocasiones hay más suerte y al compartir herramientas o epistemología, nos toca convivir con los compañeros de Matemáticas.

Esta realidad, inmutable en todas las legislaturas autonómicas habidas hasta el momento es, lo que en palabras de John Stuart Mill, uno de los clásicos de la Teoría Económica, se correspondería a una distopía, similar a las descritas por Aldous Huxley en “Un mundo feliz”, George Orwell en “1984” y, para no escarbar más en la anomalía, en “Farenheit 451” de Ray Bradbury.

Ante esta singularidad, los “profes” del Área no disponemos de horas para llevar a cabo las tareas que corresponderían a un Jefe de Departamento y además debemos acatar criterios, premisas y modos de actuación que no tienen porque ser propios. De esta forma, el alumnado, que es lo más importante y sagrado de cualquier sistema educativo, resulta perjudicado por unos procesos interconectados de enseñanza-aprendizaje que, debiendo ser la base de la Educación y Coeducación, se quedan vacuos.

Esta anomalía no solo es detectada y denunciada por quienes estamos al pie de la pizarra, sino que en el propio Colegio de Economistas de Asturias han saltado las alarmas y ha establecido contactos con representantes de ADESastur (agrupación de profesores del área en Asturias) con el propósito de lograr un equilibrio estable entre las demandas de los docentes y las ofertas de las Administraciones.

No olvidemos que la LOMLOE, como Ley de Educación, establece el marco normativo para la organización del sistema educativo español y sublima la importancia de una educación integral que prepare a los estudiantes para ser ciudadanos responsables y capacitados en diversas áreas del conocimiento. Lógicamente estas loables metas nunca se podrán alcanzar si la tarima, en que los docentes nos situamos para impartir conocimiento, está coja.

Es por ello, que para lograr un equilibrio general, como el walrasiano, tanto en Economía como en toda la Educación, no es asumible que siga sin existir un Departamento de Economía en Asturias. Y para justificar su creación caben esgrimir las siguientes proposiciones, principios y objetivos que, por cierto, la propia Ley recoge.

La LOMLOE considera, como propósito irrenunciable, que la enseñanza contribuya al desarrollo de competencias clave que permitan a los estudiantes afrontar con éxito los retos de una sociedad actual, en continuo cambio y con desafíos constantes. Para ello, propone una educación integral, en la que enfatiza tanto el conocimiento académico como la preparación para la vida adulta, campos donde la Economía juega un papel fundamental ya que permite al alumnado, de Secundaria y Bachillerato, comprender los principios básicos que rigen la sociedad, la economía global, el consumo responsable, el emprendimiento, las políticas públicas, la cultura financiera, la sostenibilidad, economía circular, comercio justo, entre otros.



Además, no olvidemos que Asturias es una región con una tradición industrial y minera que, tras la fallida reconversión, ha intentado evolucionar hacia los sectores, terciario, cuaternario y quinario, a través de actividades vinculadas a distintos tipos servicios o a la llamada economía verde. Así, como corolario, la formación en Economía dentro de la Educación Secundaria es un catalizador para que los jóvenes comprendan el contexto económico regional, las necesidades de transformación productiva y las oportunidades que pueden aprovechar en un entorno global que es altamente cambiante y hostil, a tenor de los nuevos movimientos político-comerciales. Todo ello imposible de lograr si las materias del área y sus docentes no disponemos de un Departamento propio para poder desarrollar la Ley vigente.

Para terminar, debo reconocer y agradecer la actuación de Gerardo Gutiérrez García, actual Jefe de Departamento de Matemáticas del IES David Vázquez Martínez, al que pertenezco, por haber enviado al inicio del presente curso una, más que interesante propuesta en esta misma línea, a la Consejería de Educación y a los IES asturianos, por cierto, con escasa respuesta.