Una trifulca sin par y batalla desigual contra el feroz y voraz Sistema Neocon que nos ahoga

Iguazú: Patrimonio de la Humanidad
jueves, 8 de noviembre de 2018
VA PASANOS ALGO; SI NO, AL TIEMPU
Esta columna va ser tan corta como un “interruptus” por que no
merecen más que una eyaculación precoz aquellos en quienes está
pensada. Y pese a aparecer en ella, no son los políticos
precisamente.
Allá vamos. Cierto es que la deriva dialéctica de éstos, que
malos y torpes sufrimos, basada en la radicalización sistémica y el
odio a los de la formación política diferente a la propia, ya
chirría y seguro que, salvo a los holligans y vasallos de sus
señores, a todos nos cansa y asusta. La falta de recursos
lingüísticos, oratoria, formación de cuadros y entrenamiento
necesario para fajarse en las disputas del día a día de forma
digna. Los ausencia de principios ideológicos inmaculados, que se
les suponen, propia de los fundadores de los partidos históricos,
caricaturiza y pinta a todos nuestros primeros espadas de la política
patria casi como ocupas ocasionales de este arte, en tiempos de
crisis económica, al no encontrar otra forma de lograse viandas que
llevar a la boca. No tan al extremo y torpes, como Mr. Trump, pero
casi – a fe mía que alguno lo idolatra y se “va” con sus poses
y salidas de madre -.
Raleras en su conjunto que llevan al uso y abuso de términos
anclados en el pasado tales como "las izquierdas·, "las
derechas", "Los golpistas", "los populistas",
etc que incitan a que individuos con poco recorrido intelectual y
emocional y mucho tiempo libre, en demasía desocupados de empatía,
se monten películas en las que se ven como los salvadores de la
patria. "Rambos" de pacotilla, "gatillos fáciles de
averno" que en liturgia macabra traman magnicidios, golpes de
estado y atrocidades más propias del mundo de las cavernas. “Jonh
Waynes” de cartón piedra, “Oswalds” cutres amantes de fotos
rodeados de armas varias, por que con algo hay que rellenar la falta
de principios morales, que se sienten alentados por las huestes
reaccionarias y emulando, otra vez más a trasnochados
“salvapatrias”, fusil en mano, se disponen a dejar las cosas
atadas y bien atadas cortando paradójicamente los cada vez más
débiles hilos que nos unen con las democracias occidentales.
Y luego todavía hay quien se extraña de que nos lluevan “zascas·
de Estrasburgo. Claro, ¿Cómo puede ser que España, la reserva
espiritual de occidente, la de la rancia tradición histórica, la
cuna de la civilización occidental pueda ser reprobada por aquellos
a los que nosotros gobernamos a golpe de Tercios de Flandes y bastón
de Alba?. Pues precisamente por esto amigos. Triste futuro cultural
dejamos a los que nos siguen. Bueno, al final, la columna no fue tan
corta.
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