Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

jueves, 5 de junio de 2014

Una ligera "presión de huevos" al Sr. Draghi

 Cuando se dice que a alguien le agarran los huevos, le cortan las alas o le aprietan las clavijas lo que realmente significa es que a ese rapaz o rapaza se le limitan sus privilegios, se le ponen las pilas y se le amedrenta con la pérdida de su empleo, privilegios o incluso la vida. La consecuencia del proceso de acción reacción no es unívoca, es decir la gama de respuestas muy amplia. Por ejemplo cabe la posibilidad de agachar "les oreyes" y asumir con "el rabu entre les piernes" la máxima pero también, por contra, el acosado puede arrasar con todo lo que tiene a su derredor.
 Y ¿pa qué esi rollu filosóficu a estes hores?. No, "tranquis"amig@s del balón, aunque debiera no pretendo analizar las "negociaciones" que los "capis" de la selección española de fútbol ni los premios millonarios que van a "chupar" si, al final, levantan la copa de campeones. No, nun voy por ahí, porque aunque deberían correr ríos de tinta sobre ello y tod@s deberíamos hacérnoslo mirar en periodos de tristeza social como los que vivimos, dejaré a los chavales de "la roja" pa otru momento.
 Me centro en el "tirón de oreyes" que el Banco Mundial y otras Instituciones internacionales, que aunque guardianes del mismo Sistema, le han dado al Sr. Mario Draghi, a la sazón, presidente del BCE, Banco Central Europeo. Así, frente a su inoperancia cara a la crisis actual o, en su caso, diligencia ante directrices pretéritas de dichos estamentos que lo obligaban a hacer lo que solía - nunca sabremos la verdad, aunque los antisistema  optemos por estas segunda variante -, ante todo ello, digo, una mano negra en guante de seda le presiona el escroto dolorosamente. Perdonad que sea  tan escatológico, pero en el fondo es eso. Sigamos pues, esas fricciones, nada eróticas, hacen que el muchacho no tenga otra opción que ponerse a funcionar y enguantar, a su vez, su propias manos para empezar a mesar otros huevos. Así obliga a que los Bancos Centrales se pongan las pilas y den crédito a los ciudadanos y a las empresas para que de una vez se reactive la economía europea. Jo,ya veis amig@s, a los que me conocéis ya os sonará esta cantinela, retórica Keynesiana,  por haberla visto en el blog o en mis columnas en prensa. Pero claro un hippie de L'Entregu ye poco más que algo simbólico, "chistoso" y que si "ta motivau" cuando escribe, ye prestosu de leer. Bueno, "¡ye lo que me queda...".
 Y ¿Qué se le pide a Super Mario... o que exige él a los Bancos Centrales nacionales...? Pues lo dicho renglones más arriba, para no repetirme. Y ¿cómo se consigue...? Inicialmente, bajando los tipos de interés  a esas Instituciones nacionales, los Bancos, para que el dinero cueste menos a los ciudadanos cuando piden un préstamo o crédito. Pero claro, esta impronta necesita un arma que obligue a estos intermediarios financieros a "mover la pasta" sin cobrar usura a quien la necesite, es decir que se produzca un caída efectiva de precio del dinero. Es aquí dónde entra en juego la segunda medida, esta si buena, que se refiere a la imposición de un coste para todos los depósitos que las entidades de crédito apoltronan, como aguas fecales, en las tripas del BCE. Así de ser gratuitas pasan a suponer un 0,10%. Lo que unido a la medida reflejada antes de bajar el tipo de interés del 0,25% al 0,15 % - el menor en diez años- puede ser y resultar motivador para la reactivación económica europea. Pero como estos dos estacazos, secos sobre las espaldas de los pobres Banqueros pueden ser duras de asumir, hay una de arena o de cal, quien sabe, que se dibuja como la inyección de 400.000 millones de euros para potenciar la economía real. Y no es que haya otra imaginaria, no. Es que cuando se habla de economía real se refiere a la productiva y física que es distinta de la financiera que sirve a los desahucios, la especulación, juegos de influencias, presuntos, y cuentas en Suiza sin identidad conocida.
 Solo una duda, mejor advertencia. No nos volvamos locos, los ciudadanos de a pie y las economías domésticas y empecemos a pedir créditos para renovar el parque móvil, ni nos dejemos influir por el canto de sirena y demás prácticas usadas por las sociedades de  capital riesgo, porque el agujero de gusano, entonces, nos haría caer en otra disposición similar a la de hace años y la profundidad de la sima de esa crisis podría ser dantesca.
El todopoderoso Sr. Mario Draghi informa de nuevas medidas...