Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

sábado, 22 de noviembre de 2014

REMINE: CENTAUROS DEL CARBÓN

El pasado viernes, ya sábado de madrugada, salí del cine de L'Entregu emocionado. La proyección causante de ese estado de ánimo era "Remine" de Marcos M. Merino, ópera prima sobre la movilización minera de 2012 contra los recortes del gobierno del Partido Popular. Aquella que culminó con una marcha nocturna sobre Madrid el 10 de julio de 2012. Luego os hablo de la "peli" pero primero dejadme tratar sobre su autor.
Conocí a Marcos, por casualidad, como ocurren muchas cosas; era un día caluroso de septiembre de 2009, creo que sábado. Yo iba a tomar un café, a eso de la medianía del día, y encontré a Chus Pedro - 50% de Nuberu- sentado en una terraza con un chaval de barba. Saludé y cuando me disponía a seguir mi ruta, Chus me invitó a sentarme, mientras que se tiraba el moco en mi presentación "Mira Marcos, esti ye Heri, el tío que más sabe de antropología y economía del carbón". Pensándolo fríamente, "nun se tiró'l muco, lanzose a la piscina de cabeza". Marcos me comentó que estaba recién llegado de Madrid, con su esposa e hijo y que quería volver a echar raíces en su tierra. Venía con la firme idea de investigar sobre el movimiento minero y la economía del carbón. Se había entrevistado ya con profesores y profesionales mucho más doctos que yo, la lista - larga - incluía primerísimas espadas como Juan Vázquez, Aladino Fernández, José alba, Holm D. Kholer, Cándido Pañeda, Carlos Momasterio, Enrique Pañeda...con sindicalistas y políticos. De alguno de los primero había oído que un par de años antes, un economista heterodoxo, de El Entrego, había presentado una tesina en la Facultad de Económicas de Uvieu, dirigida por José Alba, sobre tal campo, que se había quedado olvidada, sin publicar, porque se le atravesó a alguien y por ir contra la corriente de confusión reinante que cubría la conciencia de un colectivo, el minero, y toda su cultura con un velo de sobreprotección cacique y falso que con el tiempo se vio tan pútrido como quienes supuestamente lo desplegaban y no habían querido leer nada de aquel estudio. Después de varias medias horas, Marcos, cayó en la cuenta que el economista antisistema estaba sentado entre él y Chus. A partir de esa tuvimos ocasión de colaborar y cambiarnos datos, como si fuesen cromos de la liga BBVA - sin el gran Sporting - mutuamente. 
Hace quince días me llamó por teléfono con la idea invitarme el jueves día 20 al estreno en Mieres; desgraciadamente me fue imposible porque hasta las ocho me encontraba en el aula. Pero le prometí no fallar al día siguiente en L'Entregu. Algo de lo que no me arrepentí. 
Plano a plano, Remine te va enganchando, porque "ta fecha de la misma lleche que mamamos los bien nacidos en estos valles mineros asturianos". Sensible, que no sensiblera, con mucho sentido, sin "figurones" de cartón piedra que espantarían a la concurrencia en la mesa y comanda actual, ha sido capaz de contar la vida de los seres humanos embarcados en la lucha real, que no la de los atriles, púlpitos, primeras planas y farándula. Un gran documento etongráfico y cultural; la búsqueda tras un ideal, un anhelo de supervivencia. 
La rabia contenida, a la vez que las lágrimas incipientes en mis ojos, me hacían recordar una joya del séptimo arte "Centauros del Desierto" del genial Jonh Ford, de la que Dave Kehr, un crítico del periódico Chicago Reader dijo, allá por 1956, año de su creación, "Ford explora los contrastes de nuestra identidad nacional, la búsqueda del orden y su necesidad de violencia, su espíritu de comunidad y su búsqueda de independencia"
Sin ser un crítico de cine me atrevo a  soñar puentes simbólicos entre ambas cintas; que cada personaje real de Remine esta identificado en y con Ethan, Marti,Matt, Martha, el reverendo - capitan...incluso el gran jefe de los comanches Nauyekui Skar -"cicatriz"- tiene varios pretendientes...Que la búsqueda de "Debbie" - Natalie Wood - raptada por los comanches es la quimera de los miles de asturianos que llegaron a Madrid aquella nuechi, calurosa de julio para rescatar un futuro digno para todo un país y un clamor contra la considerable injusticia amparada en una mayoría absoluta.
Un juego de símbolos que atrapa la magia de Monument Valley, en Utah y la incrusta en el corazón de los valles mineros y de la meseta castellana. Que transforma por el arte de la cámara, guiada por el ojo de Marcos, el escenario de la cruenta batalla final en los "Siete dedos" por la sólida llegada a las calles de Madrid, entre vítores de sus habitantes, de los centauros del carbón. 
Va por ell@s. 





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