Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

lunes, 21 de septiembre de 2015

La necesaria mayoría de edad de una Democracia, la española

Si miramos un mapa mundi, la península ibérica se nos antoja como la cabeza de una Europa en genuflexión, que parece rendir pleitesía a USA. Pero eso es otra historia, la de la política internacional que no viene en este cuento.
Centrados ya en la parte posterior de esta cabeza, nos encontramos con España; sí la misma que ganó recientemente el Eurobasket, la del gol de Iniesta, la de Cecilia y la nuestra...Quizás no la de tod@s aquellos que asientan el culo sobre su tierra.  Así recientes acontecimientos, más allá de pitos a símbolos, personas e Instituciones y pensando en la consulta sobre la secesión de Cataluña, pretendo reflexionar un poco sobre nuestro futuro. Eufemismo enorme suponer que yo puedo hacer este ejercicio de conciencia; pero en fin a ello vamos.
Constituimos, como nación, una sucesión de gobiernos centralistas, a modo de monarquías absolutas, extrañamente salpicados, en el tiempo, con cortos periodos de lucidez democrática. Baste decir que el régimen constitucional del que gozamos actualmente  es el más largo de todos ellos. Quizás debido a esta peculiaridad, la del corsé prieto que mete en cintura a sus ciudadanos, ha sido imposible conocer las singularidades de cada grupo, alguno de ellos posiblemente étnico, que conforma la colectividad. Y ninguna forma de violencia fue, ni será, buen elemento cohesionador. Olvidar que existe variedad de "nosotros" es negar la mayor; quienes apelan a la unidad de España, como estado antiguo, barren de un plumazo toda la historia de la Reconquista, anterior a los Reyes Católicos.
Como se puede observar en los mapas correspondientes a los siglos X  y XIII, la anexión de territorios de cada reino antiguo dibuja variedades lingüÍsticas, de usos y costumbres.



 
 Corroborada de manera científica y empíricamente la existencia de una larga Historia desde el épico Pelayo hasta el Católico Fernando, quien montaba tanto como Isabel, es obligado preguntarse si el modelo de las autonomías es el más coherente, una vez salvados los escollos de los primeros años tras la Transición, y los afortunadamente fallidos golpes militares contra el Estado Democrático.
Siempre he creído que la mayoría de edad empieza en aquel momento en que una persona puede decidir por si mismo y reconocer sus errores aprendiendo de ellos, o no. De la misma manera que la adultez de un país sucumbe ante las tribulaciones, juego de tronos y gambitos de dama, de poder o de euros. Linea que estamos a punto de cruzar porque algunos, los del paternalismo y la nostalgia ahogan la capacidad de crecer de los demás, otros esgrimen abyectas retóricas que pueden envenenar a quienes las creen en la desesperación y el resto, como convidados de piedra, asistimos a un espectáculo lamentable.
En este vía crucis, de marras, es en el que yo ya no quiero seguir jugando y me atrevo a preguntar, lo siguiente, a los actuales "padres de la patria". ¿Por qué nadie habla con la boca grande y pide de una manera real la federalización del estado? Y todo ello independientemente de creernos o no la necesidad de una República Constitucional que rompa con la incongruencia de prolongar la monarquía que implica alargar, ad eternis, la edad de la inocencia de sus súbditos.
Indagando un poco, el término federal, viene del latín "foedus - eris" que significa pacto o alianza; vamos lo que no hay en este año de nuestro señor de 2015. No pretendo aleccionar a nadie, pero solo decir que adoptan esta forma países como Alemania. USA, Canadá o Suiza. A groso modo, implica que los territorios federados tienen gran autonomía y soberanía en materia de política interior y comparten con el resto de federaciones, otras instituciones relacionadas con aspectos en que no disfrutan de potestad, como la defensa o las relaciones internacionales. Claro y todo ello supone que los propios federados sean capaces de obrar bien, por lo que este cambio implica la exigencia de honestidad, madurez y respeto hacia todos los ciudadanos, por parte de los que éstos eligen democráticamente. Este es el gran caballo de batalla, la asignatura pendiente de la España endémica de la picaresca, el pelotazo y la corrupción.
Pero es hora de despertar, amigos; de que este utópico soñador de L'Entregu aterrice. Tenemos la batalla perdida, o casi, en un reino de taifas en el que las supuestas nacionalidades solo lo son cuando no pueden sacar tajada pactando con los gobiernos centrales, en el que los partidos políticos alternan su pareja de cama para seguir durmiendo calientes, en el que se logra narcotizar a la población con grande debates rosa, experimentos sociológicos, que creo van 16 o, se riza el rizo, cuando los grandes pensadores de la comedia disertan sobre la necesidad de proponer a Messi o a Cristiano para que sean beatificados. Aviso a navegantes, no nos lamentemos luego, ya los turcos, del imperio otomano, en 1453 aprovecharon el congreso bizantino sobre "La existencia de género en los ángeles" para tomas Constantinopla. Bueno, también es cierto que el margen de maniobra es pequeño; que no podemos salir a la calle porque ello supondría una multa por sedición, en virtud de la "Ley Mordaza"...En fin, siempre nos quedará "The walking dead" o, en su defecto, jugar a la Play.

viernes, 11 de septiembre de 2015

CASI SETENTA AÑOS SE CONTEMPLAN...Y CUÁN POCO HEMOS APRENDIDO....!!!

Peñamayor tiene en su ladera oeste una terraza agradablemente tendida al sol que la acaricia con sus rayos y, casi en el centro, como el corazón, una sima calcárea, señalada por un texu, árbol en el que la cultura astur deposita el símbolo protector del hogar. Un entorno soleyeru, por ubicación, sí; pero desgraciadamente su nombre, Pozu Funeres, tiene para los asturianos un especial significado. El infausto recuerdo de una atrocidad cometida por hermanos contra hermanos, descarnada y triste en el olvido como todas las acaecidas en la terrible y cruel posguerra civil española. Tiempos lúgubres que los demócratas, nacidos en cualquier rincón y miembros de partido político que sea, debemos y de hecho repudiamos.
Los hechos, amordazados por la censura de la dictadura, a penas se atrevían a balbucear como aquel abril de 1948, en número aproximado a veintidós, vecinos de San Martín de Rey Aurelio y Laviana fueron arrojados al fondo de la sima. Escondido, entre unos matorrales cercanos, un joven pastor fue espectador involuntarios de gritos,culatazos, súplicas...La "brigadilla" inmutable cumplió la misión encomendada desde las alturas de la pirámide franquista.
Casi setenta años se contemplan ya, desde el olvido, aunque cualquiera que suba a ese paraje, conozca o no lo allí ocurrido, siente "algo" especial...Será aprehensión, como la del sulfato de plata que sobre una cartulina refleja una foto...Será que existen lugares mágicos... El subconsciente colectivo, las enseñas de recuerdo...No lo sé... Pero sea lo que fuere, la Antropología, ciencia que estudia la Cultura de los pueblos, su simbolismo y los medios de transmisión de ambos, concede especial importancia a estos lugares liminales de la razón y el simbolismo, de la Memoria colectiva.
Casi setenta años y seguimos cometiendo los mismos errores. Así de manera perenne la simbología de los pueblos, aquéllo que ellos tiene como un tesoro inarrebatable, se esgrime como espadas al aire para segregar, marcar límites étnicos donde no existen o expropiar la posibilida de de vivir en dignidad a personas y colectivos ajenos al nuestro. Porque sobre esta patata, más caliente que nunca, achatada por los polos, tercera esfera en proximidad al sol, que conocemos como Tierra o mitológicamente como Gaia, habita una especie que desde su descenso del árbol, allá en el amanecer de los tiempos, en la Garganta de Oldivai, se ha especializado en aniquilar a todo lo que no le resulta agradable. Quizás esa sea la esencia, la marca de serie, el código genético que nos hizo ser la única rama de Homo que ha sobrevivido a todas las demás...Pero ojo, que quizás esa capacidad dudosamente destacable, puede llevarnos a la extinción.
Para ayuda a evitarlo mi grito anónimo, desde el desierto de la incomprensión en que vivimos, glayando la toná de Nuberu y letra de Manuel Asur:

Pela sima onde los vuestros güesos suañen
cien mil glayíos insumisos xorrecerán
y col aceru encarnispáu de les peñes
francerán la so blindá soledá.
Empozaréis con tol vuestru pueblu
los caínes de la lluz y de la paz [la guxanera facista de la paz]
y na esperanza acuchillá’l vuestru cuerpu
darréu puxará la llibertá.
Amestaránse les vuestres manes proletaries
nel verdor ensin fin de los praos
y de nueu en vuestros güeyos minerales [y de nueu les vuestres frentes llibertaries]
asoleyarán los soles del ocasu.
Yá naide arreyerá el coral de los vuestros brazos
a los ñicios de la muerte desarreyá
y la murnia del texu namoriscáu
enchárase un riscar ena alborada [so eternidá republicana gayolará