Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

jueves, 10 de octubre de 2013

FREGAR Y ESTUDIAR


La prensa nacional y, más allá de ella, todas las redes sociales, se hicieron eco del caso, uno entre mil, de un joven licenciado valenciano que se veía obligado a deslocalizarse, de esta España nuestra, para poder ganarse el sueldo dignamente y no morir a la sombra del consuelo y las migajas que la relación paterno-filial le brindaba. Hasta aquí nada parece extraño, todo forma parte del mismo cuadro, con distintos colores y en diferente enfoque que tiempos pretéritos, porque como la canción la vida sigue igual. Y lo sabéis muy bien los que sois algo más largos del medio siglo de existencia, que teníais que emigrar, a Francia, Bélgica o Alemania, como Pepe, y cobrar un franco a diecisiete pesetas, en aquel tardofranquiemo, tan moderno él, con sus radiantes polos y nodos de desarrollo pero que obligaba a miles de españolitos tipo Alfredo Landa o Florinda Chico, más lejos del exilio político, a buscarse los cuartos, allende los Pirineos, donde empezaba lo verde. O, décadas más tarde, los mismísimos JASPs que durante los ochenta salían a servir hamburguesas a Picadilly y seguir tragando caca -para ser más finos -. En fin, familiares nuestros que durante años salieron a limpiar la mierda de la Europa civilizada. Todos, unos y otros, seguro que se ponen en su lugar. Y es que, aunque parezca raro, quizás mezquino, a los jóvenes españoles, a los menores de veinticinco años no les queda otra. ¿Sabéis que más del 55% están en paro?. ¿Y qué van a hacer entonces?. Analizar a bote pronto las causas de este meollo estructural, sin miramientos y saludando al tendido o de reojo soslayando “pa la grada”, sería a la par que irreverente una entelequia sin razón ni juicio alguno. Solo comprensible como engrudo o carnaza de los muchos programas de televisión que, pretendiendo ser los más serios, a orillas del Río Pecos, en la frontera sur del Lian Shan Poo, nos narcotizan noche tras noche con cutres efluvios de sabor a zanahoria y azahar. Más mierda p'al body - que diría un castizo-. Así en un frenesí de dentelladas, a diestro y siniestro, como un festín de cocodrilos del Nilo, en el paroxismo de la depravación, los “ex” de todo tipo, políticos, sindicalistas, periodistas, profesores y un largo etcétera, venidos todos ellos a menos, se van macerando nuevos destinos profesionales, como profetas o druidas investidos, de no sé qué fuerza moral, ni por quién, para redimirnos a todos. Y sin rubor nos van llenando de heces la conciencia, metiéndonos miedo y prisas con frases prosaicas que nos recuerdan a aquella lapidaria “¡qué viene el lobo!” que nos acongojaba y atirantaba las criadillas a todos los niñatos en las noches que siguieron al despertar de la Democracia española.
Una venta de alma al diablo que pasa por atreverse a analizar todo tipo de informaciones, sin cortarse ni un pelo, con sobrado gesto de suficiencia. Todo es desmenuzable desde la fingida postura acartonada de intelectuales baratos, de todo a cien, que presentan en las ondas... Un plato de cocina naif, pues vale. La composición del gas mostaza, que algunos, en su ignorancia y prepotencia, pretenden usar como condimento en exquisitas recetas culinarias, pues también. Y tira p'alante. ¿Que me estoy pasando?. Pues quizás si; no sé.
Basta recordar recientes comentarios de un “ex”, en anteriores legislaturas portavoz de un gobierno, hermano del actual. El Sr. Rodriguez, don Miguel Ángel, no tiene problemas al definir a la mayor parte de los funcionarios como – digamos eufemísticamente – poco trabajadores. Pero oiga Sr. contertulio, los trabajadores, que aún tenemos la suerte de poder “currar” en la marca España, soportamos – funcionarios o no – mucho peso debido a la incapacidad o falta de consenso de quienes nos rigen. Además muy pocos podríamos aspirar, ni siquiera soñar, a ganar un sueldo de diputado o jubilarnos con seis años de servicios, holgadas nuestras necesidades para varias generaciones con la pensión vitalicia que les orla a ustedes. ¡Ah qué me dicen por el “pinganillo” que no se puede hablar de esto. ¡ Qué ye pecao!. Pero a mi, como a Olvido “Alaska”, me importa un bledo porque nunca me resultó traumático moverme para no salir en la foto y como dudo que me excomulguen, porque primero iría Paco, el papa... Si “esi señorín”, argentino él, que jugaba al fútbol de guaje, en las canchas callejeras, con Di Estéfano. El mismo al que seguro que algunos se la tienen ya jurada y en lista de espera. Pero volvamos al “spanish suffle”. Quizás seamos todos los españoles una banda de vagos, pero algunos cobran por ello en semanales brindis al sol.
La segunda perla, de D. Miguel Ángel, le hace reflexionar sobre la “fuga de cerebros” y sataniza así a la educación derivada del primer gobierno de Felipe Gonzalez como la culpable de todas las lacras de la emigración patria actual. Mezquino sería quien, conociendo lo que hay en esta materia, no asienta la frustrante verdad de que cada vez la educación va a peor. Pero es algo que ocurre desde que el alzamiento nacional, un golpe de estado en toda regla contra la razón, rompió con la institucionalizada costumbre, de la Segunda República, por la que los “profes”, que lo eran de verdad, dedicar sus vacaciones estivales a ir por los pueblos de la España profunda para enseñar a leer y escribir a sus compatriotas menos afortunados. Y en esas estamos algunos; si nos dejan.


Heri Gutiérrez Garcia.