Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

lunes, 27 de diciembre de 2021

2021 AÑO QUE CONOCIMOS LA CARA REAL DE LOS OLIGOPOLIOS DE LA CHINGADA

 

Llevo más de veinte años explicando, en distintos campos, la metodología Económica. Y a la vez, intento ejercer fuera del aula, lo que predico dentro. Eso ha hecho que se me tachara de agorero, loco, iluminado y demás lindezas. Pero ahora, quienes seguían esas proclamas de descalificación, para ganar puntos con sus señores, agachan la cabeza al pasar o cambian de acera. Y eso no me halaga; al contrario, me entristece porque la realidad me está dando la razón. Y hemeroteca hay para asegurar una y otra premisa.

Dos años de pandemia han servido para hacernos más egoístas, insolidarios y caníbales con los de nuestra especie, sobretodo con los más necesitados. Como diría D. Quijote: “Con el clero hemos topado, amigo Sancho...” 

Pero hay más poderes que el de la sotana; por ejemplo, el de los oligopolios; es decir modelos en los que un grupo pequeño de empresas abastece a todo el mercado y generalmente tendiendo a la colusión, o lo que es lo mismo, marcando acuerdos de precios que siempre van en contra del consumidor. Seguidamente, os propondré algunos tanto desde la economía oficial del PIB, como desde la sumergida. Y si “rascamos un poco” veremos que presuntamente ambas se dan la mano en los paraísos fiscales, clubs de poder diversos y otros centros de política internacional. Empezaré fuerte, desde el lado más oscuro del siniestro modelo capitalista global.

Hace unos días, algunos medios de comunicación se hacían eco de un sacerdote que, haciéndose pasar por traficante de órganos, había comprado un niño en el tercer mundo cuyos órganos iban a servir de repuesto para alguien que los pagara en el primero. Realidad que ocurre porque el poder institucional global cierra los ojos y permite que los poderosos reclamen su pedazo de carne cuando así lo necesiten. Monta tanto el tráfico de armas vendidas a países pobres para que se masacren en guerras inter-étnicas, ascuas aún vivas de un proceso grotesco de descolonización. Y no olvidemos que nuestra España es una potencia en la fabricación de armas. Más aún, diversas redes trafican con el sueño o la esperanza de un mundo mejor que personas del inframundo anhelan. O las prostituyen con engaños para que sirvan de esclavos, otra vez, de quienes manejan la sartén por el mango. Pero cambiaré de tercio, no sea que de seguir sumergido en este lodazal creáis que estoy reescribiendo el “Cuento de Navidad” de Charles Dickens.

De fuentes similares emanan las putrefactas aguas que alimentan los oligopolios de las eléctricas retroalimentadas, ad eternis, con una pauta colusiva de subastas según la cual el precio final de la energía es marcado por la que lo fabrica a mayor coste. Algo que desde el punto de la economía es una aberración. Claro, no olvidemos que el poder de las puertas giratorias obnubila a quien debiera vigilar por la buena praxis. Recordad que alguien dijo; “ A final de año, pagaremos la luz a precios de 2018”. Y nadie dimite o se le cae la cara de vergüenza. En línea para bingo, los países de la OPEP son tan poderosos que, supuestamente, blanquean cuentas de amigos de lo ajeno en paraísos fiscales. Y no se quedan ahí, no; se deleitan sacándonos hasta el último euro del bolsillo para poder comprar una gota de su gasolina. ¡Ay si Mad Max levantara la cabeza…!

Y ¿Qué me decís de los medios de comunicación?. Los Tirios dicen que unas cadenas, gacetas, o mass media son las casas de los rojos y los Troyanos, que los del reverso, son las mansiones de los fascistas. Pero ninguno de los pensadores se para y recapacita sobre la tesitura de que ambos extremos pertenecen a una misma fuente financiera que lo único que busca es que los voceros en nómina den carnaza a su público objetivo, importándoles bien poco la verdad. Salvo loables y contadas excepciones.

Y ya para terminar, que aún debo una misiva a Baltasar por madurar, la guinda de las farmacéuticas. Todas ellas solidarias con las necesidades del mundo en pandemia -obsérvese la sorna, claro- en tambor de ariete o de embestida, como las antiguas naos romanas, contra el CoVid-19. Pero acordaros cuando aparecieron los contratos con U.E. o con OMS, plagados de tachaduras, en los que se ponía a prueba nuestra paciencia. Nadie previó que desde Wuhan deberíamos hacer las cosas en global. La carrera volvió a ser, tarde y miope, en favor del primer mundo. Y claro, después de alfa, vino beta, gamma, otras tantas y ahora ómicron...Y lo que nos rondará. Buscamos culpables en la ciudadanía, tras dos años de marchas forzadas y órdenes arbitrarias, en direcciones opuestas, sin olvidar el eco de los voceros, claro. Todo porque al poder global y fáctico le interesa. Vacunas para el primer mundo, sí. Pero para el tercero y el cuarto, permítaseme la expresión, mierda. Y como somos una banda de descerebrados, olvidamos que no hay fronteras para el bicho y por mucho que nos vacunemos, cinco, seis o cien veces y tomemos medidas restrictivas y necesarias, olvidamos al 80% de la población del planeta, los pobres. Eso sí, somos clientes preferentes de las farmacéuticas. Y eso debe ser algo que mola a nuestros políticos, los del mundo poderoso.


Heri Gutiérrez García.