Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

jueves, 24 de noviembre de 2016

MAMÁ; ¿DEBO HACER DEBERES…?


Edmund Burke, escritor, pensador y político irlandés del S. XVIII, dijo: “Para que el mal triunfe, basta con que los hombres de bien no hagan nada”. Pero, cierto es, que para que existan hombres y mujeres de bien, la población y la ciudadanía deben estar formados intelectualmente algo que solo se logra con una Política Educativa comprometida con los valores sociales, el respeto a los demás, la igualdad y sobretodo que desprecie las premisas de quienes intentan aprovecharse, entre otras cosas, de las Instituciones para lucrarse. No olvidemos que un país con pueblo culto es la garantía y la observancia de gobiernos serios y ser curto no tiene mucho que ver con saber Economía, Matemática o con coleccionar carreras universitarias; es más que todo eso. De ahí que, perversamente quizás, no interese que el ciudadano sepa vivir y desenvolverse autónomamente en su sociedad.
En la España del S.XXI, tan lejos de la Irlanda contemporánea a Burke, se abren debates sobre la necesidad o no de imponer deberes a los alumnos, sobre si deben o no trabajar en casa y si es estresante o no tal actividad y consecuentemente si les lastra para su desarrollo futuro.
A lo largo de esta columna expondré mi opinión, aportando experiencia a ambos lados de la trinchera, como profe pero también como alumno, que también toca de vez en cuando, lo que me permite no desengancharme y conocer todos los entresijos, a izquierda y derecha, de la barricada.
Una multinacional vikinga de muebles de instalación rápida lanza una feroz campaña usando la premisa del exceso de deberes que los escolines españoles deben cumplimentar y que corrompe la posibilidad de una vida familiar plena y común. Por contra, las mesas, sillas, aparadores y armarios de la marca permiten disfrutar aprendiendo y aprender disfrutando en compañía de los papás y sus hermanitos. Los deberes, así entonces, son muy malos. Ahora entiendo por qué generaciones de españoles salimos tan retorcidos y antisistema o corruptos y crápulas varios.
Mucho ha tornado la enseñanza, giro casi siempre hacia peor, desde la prehistórica E.G.B. a las directrices actuales del “disfruta y aprende a tu ritmo”, tan bien recibidas por algunos colectivos institucionales y populares. Así, un escolín o escolina nunca debe estresarse haciendo deberes, por contra lo importante es que juegue a la Play, hasta la hora de meterse en la cama, después de haber “amorado” con sus amiguitos en la calle. Toda esta actividad “intelectual” le sirve para realizarse convenientemente como persona de futuro y así sabrá desempeñar una profesión en su etapa de adulto. Eso sí, sin estresarse; nada de pedir objetivos, productividad, planes de carrera, etc. Bastante tiene con levantarse por la mañana e ir a aguantar al crápula de su jefe, de la misma familia de los crápulas que arriba cité, que habían estudiado en la E.G.B. Los compromisos “p'al jefe” que para eso es el dueño de la empresa. Y si me puedo largar diez minutos primero, pues eso, como los “funcionarios”. Y queda claro que no me voy a levantar por menos de 1.500 €, eso por la parte corta, que tengo terminada la ESO y como papá me mantiene a mis treinta y cinco años y mamá me dice “no te levantes todavía, vida, que está muy frío en la calle; yo te llevo el colacao a la cama...” Y el papá seguidor de la moderna doctrina de la liberación contra deberes puede pensar que a ningún gestor de formación o recolocador se le ocurra decir a mi hijo que tiene que ir a trabajar a Francia, Alemania, Burgos o Xixón. De eso nada; faltaría más, que le monten una empresa en uno de los polígonos industriales del Caudal, del Nalón, Navia, Narcea o Eo que “ye su obligación”.
Como documento histórico aporto seguidamente una anécdota que hará reír a los compañeros del tartán que hace décadas compartían la camiseta verdinegra de la Uni de Uvieu. Ahí va; los martes y jueves desde septiembre a diciembre, Pepe Teverga, responsable del Club de Atletismo, nos enclaustraba durante dos horas en el multiusos bajo la Piscina del San Gregorio. Las sesiones, numantinas ellas, empezaban con un trote continuo que se iba acelerando y se desquiciaba cuando Pepe, perversamente, empezaba a dar palmadas y tenías que lanzarte al suelo, pegar con el pecho saltar, girar, rodar...Todo volvía a cierta normalidad cuando mandaba hacer dos progresiones, a lo largo del recorrido. Luego, la técnica de vallas, relativamente más fácil e infinitamente más llevadera. Recuerdo que un martes, después de un puente de la Constitución, estaba la tropa un poco más torpe que de costumbre, tropezones en los obstáculos, risas, pérdida de ritmo, más risas. Hasta que Pepe se cansó y dijo: “Jo, llevo veinte años sin estirar y las voy a pasar mejor que vosotros”. Raudo, se lanzo hacia ellas y, cómo quien tuvo retuvo, las superó en un santiamén. Los capullos que estábamos allí, cometimos el peor error de nuestra vida cuando nos pusimos a aplaudir...Su respuesta, lejos de seguir la corriente fue decir: “ Ah, sí?. Os vais a enterar…!!” Ordeno quitar las vallas y siguió durante el resto de la sesión aplaudiendo nuestra desfachatez. Y nosotros, como palmeros, a pegar con el culo, el pecho o la espalda en el suelo...¡Ay si llega a ser hoy…! No sé cuantos parroquianos le volverían a la siguiente sesión. O si lo hacían, cuántos abogados llevarían cada uno….!!!!
Utilizo este ejemplo para evidenciar que solo el compromiso con el trabajo y con una educación que partia de modelos que vayan elevando el nivel de exigencia se puede mejorar la respuesta de los alumnos y hacerlos más aptos para vivir en sociedades cambiantes y hostiles. Y sí, joder, si se debe ser feliz, pero desde el momento en que se dispone de herramientas y capacidad para poder decidir sobre el futuro de forma autónoma. Que no nos vendan la moto con monsergas sobre la filosofía del entendimiento sensorial y la comprensión desde la felicidad. Qué no nos prometan que leer ciertos panfletos te van a permitir caminar descalzo sobre ascuas, por que a la postre te quemas los pies, te chorrea la oreja y la realidad te arrebata del sueño de Morfeo de un soplamocos que te deja mirando pa Poniente. Lo demás, es perversamente falso y al final del camino crea individuos incapaces, desmotivados y sin herramientas para sobrevivir. En el fondo lo que quiere el Sistema. ¿No?

jueves, 17 de noviembre de 2016

POBREZA ENERGÉTICA

La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha presentado, a mediados de 2016, su tercer estudio sobre la Pobreza Energética en España, según el cual, en el año 2014, más de 5 millones de personas se declaraban incapaces de calentar sus hogares en invierno. La serie se inició en 2012 y lejos de mostrar una tendencia descendente, como debería ser, lo hace hacia el infinito, como desgraciadamente es de suponer a tenor de los tintes mostrados por la evolución económica patria.
Para que el choque con la realidad sea más cruel y sobretodo para mancillar las vergüenzas de todos los que creéis – u os dejáis engañar – que la manida frase de D. José María Aznar “España va bien” es cierta, podéis analizar más datos del informe. Yo solo os los presento, que los tengáis en estima o no ya es cosa vuestra. Pero recordad aquello de que “cuándo las barbas de tu vecino veas pelar….”.
Los indicadores, recopilados para este estudio, indican que un 21% de los hogares españoles estaban experimentando condiciones asociadas a la pobreza energética en 2014. Un 6% de ellos - 2,6 millones de ciudadanos - destinaban más de un 15% de sus ingresos familiares al pago de las facturas energéticas, aproximadamente tres veces más que la media española. Finalmente decir que el informe también detecta grandes desequilibrios territoriales. Y no olvidemos que esta realidad se debe “adornar” con los más de trece millones de españoles viviendo al borde del abismo del umbral de la pobreza o los más de setecientos mil hogares que no tienen ni un euro que llevarse a casa. Sí, sí, tenéis razón los amigos del Sistema que musitando, entre dientes, pensáis que me repito mucho, pero igualmente montan el mismo bucle quienes oran el salmo cutre y soez que pretende relativizar la pobreza, en su conjunto, con el blasfemo eslogan de “¿en comparación con que país...Angola o Suiza…?” riéndose luego. Y eso, amigos y detractores míos, es mucho peor y asaz cruel por que deja, a quienes lo rezan, como alfeñiques, que deberían pasar hambre de verdad, tanta como sufren los niños en el cuerno de África a los que se les hincha el abdomen por la inanición. En fin, “ye lo que toca”.
Siendo como es la situación terriblemente tenebrosa, lo kafkiano del tema es que solo cuándo ocurre una desgracia como la tristemente acaecida hace unos días en Reus en la que una anciana, a la que se le había cortado la energía, hacía meses, murió calcinada en un incendio provocado por la vela que utilizaba para darse luz, ni siquiera para calentarse. Claro ahora sí, en éstas es cuándo las Instituciones, “politicastros” y figurones de cartón piedra salen a la palestra a lanzar eslóganes solidarios para quedar bien más que nada. Mientas, cuándo todo obraba anónimo, más oscuro y gélido que la vivienda de la infortunada mujer, o como la de millones de compatriotas en invierno, nadie quería saber nada del tema. Salvo y exculpo en mi queja las honrosas excepciones de Cruz Roja, Cáritas y otras ONGs que pintan la cara cada tres o cuatro días de los ministros del momento, rojos o azules. Sí, estos mismos que parece pasan el tiempo libre jugando al FIFA, PES o videojuegos similares y que nos hacen intuir que solo conocen la realidad virtual, no la que sufren sus compatriotas.
En estas circunstancias saltan, como dardos envenenados, cruces de reproches entre la empresa que cortó la luz, los Servicios Sociales que no estuvieron al loro y hasta se ve salpicado hasta el pobre párroco que no pidió a Dios lo suficientemente por ella. Solo faltaría que se le incoara a la fallecida un expediente sancionador por haber encendido una vela en casa incumpliendo la reglamentación y normativa ciudadana de seguridad e higiene en el hogar. La vergüenza más vil.
Y como todas las monedas tienen cara, siendo su cruz la que soportan los los exiliados del modelo, en el envés de la miseria y como dónde hay pelo hay alegría, los Bancos vuelven a tener beneficios, tras meses de “sanear” sus estructuras. Es decir que ganan “pasta” dejando trabajadores en la calle y cerrando oficinas por doquier, después de que unos y otras les hubieran servido para llevar a cabo sus oscuros objetivos en tiempos de bonanza. Sí, esa época que algunos aún rememoran y pretenden recuperar, conocida como la de la especulación y sus hijas las burbujas económicas, que nada tiene que ver con las de champán o cava navideño que unos gozan mientras muchos no pueden más que ver por la tele. En esta nueva espiral de triunfo bancario nacen imitadores de “mariosconde” y se derrumbará otra vez por efectos de otras crisis, igual que la anterior y la que la precedió hasta el origen de todo mal, el Crack del 29. Es posible que se adoren a los nuevos “magos de las finanzas”, que seguro darán con sus huesos en la trena. Pero, en este paroxismo sexual, a ninguno de todos nuestros representantes se le ocurre exigir, a esos mismos Bancos, que paguen parte de ese 95% de ayudas públicas que recibieron y nunca se recuperarán. ¡ Jo calla…! No sea que se mosqueen y no financien campañas o guarden en la nevera puestos de consejeros para el futuro.
Y ya nada que decir de crear bonos energéticos en el país donde los ricos lo serán más y los pobres también, pero míseros. En fin, nuevamente deberíamos sentenciar como loa clásicos “Carpe Diem”, al menos mientras tengamos vida y alma para reivindicar.


martes, 8 de noviembre de 2016

LA POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS


Cuándo uno es joven, inocente e idealista cree que, cómo para los griegos Platón o Aristóteles, la Política no es algo abstracto, sino más bien una aptitud de gobierno en la que confluye la ética y de la que emanan las normas y la jurisprudencia para lograr que las sociedades en su conjunto alcancen los objetivos que se han planteado. Y estos no son otros que el logro de una opción de vida justa para sus ciudadanos, un reparto equitativo de recursos y el acceso no diferenciado a todos los derechos; pero también, aparejadas, llevan obligaciones. Con el paso del tiempo, a medida que la piel se va tornando cuero viejo por los efectos del Titán Cronos, hijo de la misma mitología griega y parido de la unión de Gea y Urano, y curtiéndose a base de latigazos en el lomo y el posterior bálsamo mitad vinagre y sal para alivio de las heridas; después de esto, digo, te das cuenta que todo se siente como un gran camelo y la política pierde su grandiosa e imperial “P” tornándola en una mundanal “p”. Y así los deseos loables de igualdad, solidaridad y respeto al ciudadano parecen caerse de las alforjas de algunos que adquieren el estatus de político... Te haces consciente de qué no hay soberanía que valga, qué nadie es amo de su destino y qué tampoco le importas a nadie...Ah; aviso a navegantes, asumes que no aprender esta lección rápidamente solo te hará ser un infeliz el resto de tus días y sufrir como un desdichado mientras respires, entrecortadamente, hasta que exhales tu última fuerza de vida por la boca. Así parece que todo esta marcado, desde un principio, en la vida política y que quienes obran tales prodigios, en Bruselas, Washintong D.C., Madrid o Berlín, conducen engendros del mal que se alimentan de restos humanos.
Y lo más triste es que todo este desorden de géneros, personas y roles no es algo que los mundanos “no-mágicos” observamos, desde los abismos, en aquellos que vuelan en las alturas; no. Va más allá – o más abajo - incluso hasta las mismas simas de las cavernas del mito de Platón, allí donde estamos todos sumidos y amarrados con roñentas cadenas a la roca. Porque los que han salido a su umbral y calentado el bigote o la jeta con los tibios rayos del sol de la mañana, se consideran elegidos por los dioses y ya no retornan a la oscura cueva donde los demás estamos encadenados de por vida. Así los gambitos de dama, caballero, varón o barón son esencia y herencia asimétrica en vertical y horizontal. Los pactos, que no de La Moncloa, son plato principal en los menús de todas las cocinas políticas patrias cuando el interés es mantenerse en el candelero o como el comanche de la “peli” de Clint Eatswood “El Fuera de la Ley” decía: “Se debe perseverar si se quiere ser civilizado...” Hartos ya de que nos “perseveren” y como no es lo mismo estar dormido que durmiendo, jodido que jodiendo, que diría D. Camilo José Cela, en El Senado, es hora de coger las riendas de la ciudadanía y exigir un respeto absoluto a las derechos del ser humano. Evitar que nos sigan fornicando unos y otros si a nosotros no nos apetece porque pagamos cama, ponemos el cuerpo y además la comida. Y eso es un giro emocional muy difícil de digerir para quienes no tenemos un estómago hecho para la carne humana.
Cohortes de compatriotas mancillados sin trabajo, que es derecho constitucional, sin ingresos o en el abismo de la pobreza, que se me antoja como delito de lesa humanidad. Justo es clamar por unos derechos que nos pertenecen. Y lo más triste, otra vez la frase se repite en esta columna, es que cuesta encontrar un referente válido en todo el panorama patrio que represente o defienda los preceptos que recoge nuestra Carta Maga. A las pruebas me remito según las últimas noticias. Sí, lo mismo valdría decir, para los que sois creyentes, que quien esté libre de pecado tire la primera piedra. Todos tenemos un pasado y un presente que nos lastra el futuro tornándonoslo en un fantasmagórico espectro sin cabeza. Así por extensión y a la sazón no es lícito, decoroso o moral al menos entrar en una actividad tan honorable, como debería ser la Política, para satisfacer objetivos de trascendencia en política – otra vez diferencio la “P” y la “p”-. Para esto puedes irte al “Sálvame...”, “HyMyV”, “La Voz” “O.T.” o a la “Isla de los ¡políticos!” donde te divertirías igual y harías menos daño a quienes te votaron y al resto de ciudadanos. Ya ves que posibilidades tienes muchas. Una pena de aquel país dónde “hacer Política” se confunde con “hacer carrera en política”. Porque un Político lo que debería hacer es estar al servicio del ciudadano, nunca soportar el palio de los amos del mundo. Y que recuerden y se graben a fuego en el alma los embriones de futuros políticos que ni una corbata o tacón de aguja, por muy kitsch que se pretenda ser, implica ser un gran orador con fundamento. Ojo, tampoco lo tiene por que ser el arremangarse y lanzar consignas a los cuatro vientos como las hostias consagradas que un cura reparte en misa.