Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

viernes, 16 de mayo de 2014

Tarjeta roja al trabajo diligente...?

Tarjeta roja al trabajo diligente...? Corría un minuto cualquiera de un partido sin mucha trascendencia, en la categoría de plata del fútbol nacional. Pero como la labor honesta y el trabajo bien hecho deben ser loados siempre, diremos que era el minuto 66, del encuentro entre el Girona y Real Madrid Castilla, de la Liga Adelante, la misma en la que juega el Sporting. Bueno, pues en esas, se produce un choque de dos jugadores dejando a Llorente, centrocampista del filial blanco, inerte en el suelo.
El árbitro, Sr Muñoz Mayordomo ni se entera y no para el partido. Al ver la situación y temiendo lo peor, el médico del Castilla entra en el campo y realiza la reanimación cardiorrespiratoria y para evitar que se trague la lengua usa el tubo de Gedel. Cuando el árbitro se da cuenta de la "jugada" detiene el partido y después, antes de reanudarlo, saca la tarjeta roja al galeno. Un país que tiene personas que sanciona a quién salva una vida, o monta tanto, a quienes realizan bien su trabajo, algo tiene mal amueblado en la azotea. ¿O no...? Y yo me pregunto. ¿Hasta dónde vamos a llegar?



¡ También lo dice un nobel de Economía...!

Para que veáis que no solo un economista- antropólogo Hippie de l'Entregu diz coses así. Aquí tenéis un libro de, nadie solo un premio nobel de economía que comenta las barbaridades y banalidades que el Sistema y sus defensores cometen contra la ciudadanía de a pie. La sociedad se está desmembrando,por corrupción de algunos, desgana de otros e imposibilidad para hacer nada de la mayoría...Y esa fractura social no va a tener la ayuda para cerrarse de la fuerza ni la capacidad de sedimentación del magma que surge de la profundidad de la tierra, muy al contrario se hará cada vez más más profunda y las diferencias, insignificantes en la actualidad, entre colectivos serán cada vez más incapacitantes...Y si no, lo veremos. Aunque, os confieso que me gustaría estar equivocado y despertar, de una vez, de esta jodida pesadilla. Porque no nos engañemos, lo es.