Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

martes, 6 de mayo de 2014

¡Pa cagase...!

Esta mañana, después de desayunar y echar las gotas de rigor al ojo "averiau", leo la prensa y al llegar a la sección de sociedad, creí que o bien las dichosas gotas estaban caducadas o el yogur de fresa que estaba degustando ya era de los que no avisan de su caducidad - siguiendo el nuevo Decreto Ley del Gobierno de España - y que quizás uno, el otro o ambos en comandita habían alterado, más aún, mi estado de consciencia ya de por si trastornado. No, que va, tras una revisión de fechas, observo que todo está ok, luego lo que estoy leyendo "ye realmente lo que el escribiente pasó-y al de la rotativa". Pa no dejavos en ascues, cuéntovos.
En letra de titular se leía "Antes, hace treinta años, un hombre bebía y pegaba a la mujer, pero no la mataba... como hoy"; y tal imperial pensamiento se atribuía al párroco de Canena en Jaén. La explicación, ante tal realidad, del Sr. párroco era que "pese a que hoy la gente tiene más estudios y carreras, la moral está peor y Cristo ha desaparecido de nuestra sociedad"..."Antes se les podía pegar pero, como existía el referente del quinto mandamiento - no matarás - no se pasaba la raya..."Existía una frontera entre le bien y el mal..."
Claro uno que es ateo convencido - antes de haber estudiado Antropología incluso - se encuentra terriblemente sorprendido y se le encriptan hasta los pelos del escroto.
Osea; que pegar estaría dentro de lo admitido como buena acción, pero no matar porque es pecado. Pero claro, para los que no vivimos conscientemente el franquismo, no podemos entender como hasta 1973 las mujeres no podían firmar contratos, ser empresarias...Debían llevar un tutor legal que era su padre, hermano o marido. O que cuando una mujer recibía malos tratos y se iba de casa, era detenida y juzgada por "abandono del domicilio conyugal", condenada y rea en cárcel, rapada al cero. Además muchos de los crímenes eran silenciados por el régimen o solo surgían en la crónica negra del periódico "El Caso" - que sería a los medios de comunicación actuales lo que al Homo Sapiens fue el Autralopithecus -.
Estimado Sr. párroco de Canena, solo la EDUCACIÓN de los ciudadanos, en igualdad, sin discriminación de género, sexo, raza, etnia, creencias o procedencias es lo que verdaderamente nos hace ser más conscientes del daño que podemos causar en y a los demás. El miedo al más allá solo sirve para que los cuatro "afortunados" guardianes del Sistema vivan bien en este mundo, sin preocuparse de sus semejantes, ni mucho menos de lo que pueda ocurrirles. Así, las cosas no van bien en casa, pero recuerde Ud que es servidor de la Iglesia que fue Jesús el que se lió a latigazos con todos los mercaderes del templo, que usando el mismo hilo de Ariadna, serían los Autralopithecus de los banqueros, magnates y práteres que usurpan los derechos humanos en las calendas del S. XXI.