Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

sábado, 6 de marzo de 2021

SEGUIRÁ COLGADO UN MANDIL EN LA VENTANA EN CASA DE OLIVINA

 

Este 8 de marzo será distinto, por muchas cosas. Una terrible pandemia, la de la CoVid-19 trastocará los planes de todos aquellos bien nacidos que no quieren que existan brechas salariales, ni techos de cristal, ni que nuestras compañeras, amigas, conocidas y mujeres en general tengan que perder por el mero hecho de mear sentadas. En una sociedad que se está escorando peligrosamente hacia la extrema derecha y en la que los que deberían ser progresistas dejan mucho que desear porque solo velan por el asiento de su posadera, hacen falta comportamientos solidarios y no discriminatorios. Y en éstas, cuando desde la Academia se intenta visibilizar lo que el 8 de marzo representa y concienciar a los alumnos de que todos debemos tener igualdad de posibilidades para acceder a los recursos escasos... Que ni la cuna, la raza, el color, credo, gusto y, en este caso, el género son elementos que nos hagan mejores o peores; sino que el alma y sus actos son lo que verdaderamente distinguen a buenos y malos… En éstas, repito, es cuando algunos sindicatos españoles se olvidan de convocar la huelga general feminista. Estado de situación que nada tiene que ver con salir a la calle a jugarse la salud y sí con quemar el sistema caníbal desde la redes sociales, por ejemplo…

Pese a este olvido, por descuido o interesado, muchos seguiremos teniendo en mente que los actos tienen un sentido más profundo que el mero hecho de llevarlos a cabo por quedar bien, para que digan que maravillosos somos. Porque, en el fondo, ese es el territorio que abonan los que quieren que todo evolucione hacia los derechos de pernada, la endogamia de la cuna y el derecho diferencial para los elegidos.

Para terminar, deciros que si Olivina estuviera con nosotros volvería a colgar un delantal a su ventana, para recordar que existe discriminación estructural contra las mujeres. Y en su ausencia, sus hijos, Gerar y yo, izaremos uno en su memoria. Porque su grandeza nos hizo diferenciar la justicia de la sumisión a quien ordena como debemos vivir y a quien adorar.