Iguazú: Patrimonio de la Humanidad

sábado, 23 de enero de 2016

"La Conjura de los Necios" y el juego político en Espanera

Cuaderno de bitácora del mes siguiente a las votaciones pre navidad 2015. Estado de ánimo fulgurante.
"La Conjura de los necios" es una obra de John Kennedy Toole, quién paradójicamente no vio publicada su novela porque se suicidó antes. En ella retrata la crueldad de la sociedad que mira hacia otro lado ante las penurias que presume esconder en su seno.

Bien, ayer dije que estaba estupefacto por los tintes que estaba tornando la política patria actual de Espanera. Hoy, después de correr el sesenta que tenía entre femoral y femoral, me encuentro más cabreado que cansado después de la prueba corta. ¿Por qué? - me diréis - ya ta este jodido profeta, esti iluminao... Bien, os cuento y pa ello, como soy muy elemental, usaré la fábula de los galgos y los podencos. Sí, aquella en que Tomás de Iriarte contaba como dos conejos perdieron la vida por no echar a correr hacia su madriguera y quedarse a discutir sobre la naturaleza y propiedad de los ladridos.
Al "Y tú más" ya pasado hace un mes y las lineas rojas caídas como los tendidos de luz en tiempos no muy remotos hay que añadir los pactos antinatura que pretenden algunos, por ejemplo PP y Ciudadanos para con PSOE, dejando fuera a IU y Podemos; o los juegos sado - maso que propone Iglesias a Sánchez, para que éste sea presidente y así ofrece apoyo a cambio de "vicepresidencia del Gobierno así como los ministerios de Economía, Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Defensa e Interior"...
Todos hablan en nombre de la ciudadanía, sin saber si ésta está hasta los mismísimos de que se rían de a la cara de ella...Sarta de frases como "Rajoy se ha borrado", "Nosotros solo pactamos con gente honesta", "Acuerdos de coherencia desde la diversidad"...Y más soliloquios sin cabeza, ni piés, sin razón ni vergüenza - mejor bergüenza con "b"pa que sea más gorda su ausencia -.
Y qué va a pasar...???? Pues eso lo sabrán sus señorías; pero ocurra lo que sea y en el mejor de los casos perderemos dos meses hasta la nueva convocatoria de elecciones ya que si se obra el pacto entre PSOE, Podemos, IU y si me apuráis Ciudadanos y los independentistas contra el PP, ninguna Ley sería aprobada porque este partido tiene la mayoría absoluta en el Senado y ya avisaron o amenazaron... Y es cuándo yo digo ahora, porque nun pertenezco a ninguna sigla. ¿De verdá importa el futuro de España a alguíen...? Yo déjolo ahí en Espanera. Bueno no, voy ser un poco más malu....¿Sabéis cuantos puestos de trabajo, se calcula, que puede adjudicar un gobierno...? Agarravos a la silla; los más modestos hablan de más de 2000 y los más "salvajes" cuentan 3000. ¿Guay, no?

jueves, 21 de enero de 2016

LA EDUCACIÓN QUE TODOS OLVIDAN

Hace pocas fechas, coincidiendo con el final del parón navideño, y el consiguiente retorno a las aulas, aparecía en La Nueva España un interesante artículo en la sección firmada y plasmada en editorial. Versaba sobre la Educación patria y la vertiginosa caída, hacia los abismos más oscuros del averno, que ésta había experimentado. Era una columna escrita, al menos esa impresión me dio, por los dedos y al dictado del conocimiento de alguien que se había empapado de su mundo, de la docencia porque conocía de primera mano los guisos, caldos y mejunjes que se usan y estilan en la cocina del saber. Fajado y forjado, entendí, en las mil y una triquiñuelas usadas para enseñar lo que tanto nos cuesta a todos comprender; la vida misma. Curtido su cuero, por las batallas y emboscadas en las trincheras del aula. Se me antojaba que un compañero de esta sacrosanta profesión habría cambiado la tiza y la pizarra por el ratón y el teclado del ordenador y seguro que gracias a la experiencia ganada al mar desde la nuechi de los tiempos, al norte de la añorada época del BUP y COU, hasta el profundo sur de la insípida LOMCE, pretendía enmendar la plana a todos los legisladores pretéritos y presentes, eméritos o circunspectos que nos regalan, canción tras copla, con legislaciones educativas tan dispares como lo son el abrasador sahel de Sáhara y la gélida ventisca de Aslaska.
Con trazo firme y decidido, el propio de quien tiene la razón frente a los necios, comparaba la actual labor docente en Espanera, más en la órbita de la mastodóntica burocracia y negada ante la necesaria capacitación del alumnado, con la ágil escuela de nuestros vecinos nórdicos. Allí, por ejemplo en Noruega, en solo una generación, se logró reducir un fracaso escolar absoluto, pintado cual cuadro abstracto, con unos datos que asustarían al más pasmado, por terroríficos, y que superaban el noventa por cien del alumnado. Y desde aquella atrocidad palmaria, propia del tercer mundo, con el esfuerzo conjunto de todos los agentes implicados, se logró reducir la pandemia de abandono escolar hasta los niveles presentes que están muy por debajo del diez por ciento. Y ¿ Cómo lo lograron? ¿ Cuál fue la piedra filosofal…? ¿ Qué bálsamo de Fierabrás…? ¿Regalaron caramelos por ir a clase? O ¿se conjuraron todos para jugar las runas y elevar las plegarias a Odín?.
No, por contra, todo fue consecuencia de una valiente política que dio valor a los escasos mimbres que se tenían. Se logró hacer converger a lo mejores alumnos de cada promoción con los profesionales más entusiastas, empáticos y asertivos, para que década tras añada se generara una educación de calidad capaz de retroalimentarse como si se tratara del plan estratégico de cualquier empresa líder en su mercado. Algo que garantiza el éxito, o al menos muestra el camino hacia lo que interesa en este ámbito, una Enseñanza de calidad. Y eso, pese a quién pese, aplasta la tozudez de los que creen que la Educación no es cuestión del Estado. Lo es y casi me atrevería a decir que de honor. Es éste el encargado de crear instrumentos para lograr los objetivos de excelencia, motivación y éxito del alumno, pero también sin olvidarse del profesor y de todos los miembros de la Comunidad Educativa del país porque son recursos disponibles y escasos. Todo lo demás pinta poco más que un montón de caca del olor nauseabundo que no llena ni a las huestes afines al gobierno que las genera y que además ni siquiera sirve como abono para el cultivo. Batallas siempre baladís sobre la necesidad o no de impartir asignaturas en primaria, en la lengua de Shakespeare, que solo sirven para que los alumnos sean visitados por un par de profes en cada materia; sobre la incrustación de la religión en el Proyecto Curricular, cuando estamos en un Estado laico, al menos supuestamente. Otra cosa, bien distinta, sería dar Historia de las Religiones porque todas ellas forman parte de las Culturas humanas. La gran atrocidad de pretender eliminar o reducir horas de docencia en Matemáticas, Lengua Española, Historia o Filosofía porque los alumnos tienen horarios “cargados”. Y un paso más allá, pretender eliminar los “deberes” porque los niños no son felices. ¿ Cuántos de nosotros no debimos quedarnos una o varias tardes en casa por los “homework”…? ¿Tan mal salimos…? Permitidme que lo dude.
No fui un alumno empollón, ni mucho menos brillante como una estrella fugaz, me consideré siempre del montón y como cocinero antes que fraile entiendo que los senderos de la vida están sembrados de rosas, pero también de cantos. Pretender lo contrario, desposeer al mariachi de la piedra en el camino, amén de quitarle el alma a su canto y el destino de rodar, solo sirve para dar empleo a peonadas que se dediquen a allanar quebrantos con planes de empleo, pero debilitan voluntades y hacen torcerse los destinos. Y eso aunque facilita la gobernabilidad de un país, porque a la ciudadanía le falta habilidad para recoger y procesar datos, lleva a que la brecha se amplíe peligrosamente respecto a quines consideran la Educación cuestión principal de Estado. Y finalmente, a convertirse en pueblos culturalmente flácidos y fáciles de colonizar. ¿Quién me compra un aeropuerto por diez mil euros…? ¿ Cómo vendo un centro comercial a precio de saldo…? Sencillo, diciendo que son ejemplos de inversiones internacionales que reactivarán la economía. Sí, Bwana! Lo que usted diga, Masa!.


martes, 5 de enero de 2016

Tristes Trópicos y políticos civilizados


No sé si es que pasada la primera y en plenitud de la segunda juventud las personas nos volvemos lelos, al menos incrédulos, o es que yo en la tercera infancia doy con mucha frecuencia rienda suelta al escolín que llevo dentro. Sí, el que durante la E.G.B. torció la caligrafía pero enderezó el espíritu, como sus colegas de armas, copiando ciento y mil veces aquello de “En la clase no se habla”, “Debo hacer caso al profesor”. ¡No sé…! Quizás aquel infante que jugaba con los “geyperman”, futbolines o pistoles de restallones en pantalones cortos, el mismo que aún siento dentro y se ríe de mi desde el fondo de un espejo cada vez más lleno de arrugas. Ése que me obliga a tender puentes entre la realidad y la ficción, lo divino y lo humano, lo que está bien y lo que debería sancionarse...
Recuerdo del inicio de esta tercera infancia, “Tristes Trópicos”, una gran obra de la Antropología moderna, que describe los trabajos que su autor, Lévi – Strauss, uno de los padres de esta Ciencia, desarrolló en el Amazonas. Investigador – etnógrafo se sumerge en el pulmón de la tierra y se mezcla con las tribus de los “salvajes civilizados” que no son otros que los primitivos actuales contactados y violados física y culturalmente por Occidente. Dinámicas de “negociación” siempre en desventaja con quienes llegan en pájaros de metal, canoas que gruñen echando humo, que usan cerbatanas que lanzan dardos que dañan más que las propias, pactos perversos que les hacen perder sus tierras y desplazarse cada vez más hacia el centro del corazón verde, dejando todo lo que más quieren atrás. Y en estas, yo me pregunto. ¿Podemos establecer un nexo de simetría entre los pactos en Amazonia y los de la actual Hispania…?

Para responder a esta cuestión debemos montar en el Delorean del “Regreso al Futuro” y marcar rumbo a los aún calientes noviembre y diciembre de 2015, meses en que los primeros y segundos espadas de la política patria nos deleitaron con tamaños debates del absurdo que ni José Mota pudo superar en el especial de Nochevieja. Si algo quedó claro o al menos eso pretendieron comunicar, obviando el manido “y tú más”, es que había fronteras, más que líneas rojas, insalvables entre honestos y corruptos, nuevos y viejos que eran más profundas que las heridas pustulentas que separaban a las rancias derechas e izquierdas. Así definidas las posiciones si alguien no ganaba por goleada nadie pactaría con desleales, ruínes, corruptos, trasnochados o modernos por el mero hecho de gobernar. Pero claro después de que las urnas dictaran sentencia, a modo de combate nulo, amén de que las copiosas comidas y el turrón de Navidad llevaran a pesadas digestiones que obligan a que los esfínteres se relajen, tras todo, dando veracidad al refrán de la sabiduría popular “prometer hasta meter y después de metido, nada de lo prometido” las líneas rojas se difuminan y aparecen amigos donde antes amenazaban seres abyectos, desleales, corruptos, dinosaurios caducos o politicuchos de nuevo cuño sin tablas de ningún tipo. ¿Por qué?. Pues por varias cuestiones, ver veremos.
Ellos, los profesionales de la política, dicen que es hora de pactar porque hay muchas cosas que unen y pocas que separan – recomiendo ver el capítulo de los Simpson “Ciudadano Kang” - y que lo que importa es la unidad de España. Yo les preguntaría a ustedes, Srs líderes políticos, lo siguiente. ¿Se han olvidado de la cifra de parados?. ¿ De los trece millones de compatriotas que lo pasan mal, al limite de la exclusión social? ¿De qué uno de cada tres niños está jugando al mismísimo borde?. ¿Del millón de familias que no ingresan un puto euro al mes?. ¿ De la pobreza energética nacida del absurdo de los impuestos a las eléctricas y los márgenes de beneficios que éstas pretenden?. ¿Y de la calidad y duración de los contratos que se firman?. ¿Los sueldos? ¿las puertas giratorias?. Pa qué seguir, no.
Por contra, osaría hacer varias apreciaciones sobre el espíritu de compromiso con la nación y su ciudadanía, la obligación de desarrollar lo que los programas prescriben, la esencia de Los Pactos de Toledo que en nada tiene que ver con los pretendidos por sus señorías. ¿De verdad engancha tanto el asiento en Las Cortes?. Y mientras, los partidos sienten como sus intestinos se remueven para descabezar a quienes fueron propuestos como “líderes de la causa”. O el esperpento de  ver como el autoproclamado presidente de la república independiente de Catalunya pide, en pos de la coherencia, el apoyo de la CUP La simbología del circo y la arena de otro grande de la Antropología, Victor Turner.

 Siento deciros a todos que vada vez me creo menos de este absudo. Es más, me atrevería a decir que ni los propios actores se creen nada y que todos los triunfos y fracaos son solo atribuibles a los profesionales del marketing electoral, los guinostas de campaña y asesores de imagen. Y asñi mal vamos compatriotas.