Pedir perdón es una frase que bien podría titular y ser la cabecera
en la primer estrofa de la canción del gran Miguel Bosé “Morir de
amor” que sigue “... despacio y en silencio sin saber si todo
o que hago te llegó a tiempo...” Así, tan vano como este mea
culpa, se reflejan y revelan las condiciones en que aquél es
clamado, porque nace y se obliga, como el aedo que lo canta, susurra
de la fuerza de la crispación e indignación popular y, como los
mentideros institucionales musitan o los medios de comunicación
claman, por el requerimiento de los santos barones de un partido que
además de sustentar al gobierno de esta, casi ya, república
bananera teme como todos los demás integrantes del espectro político
nacional a la iniciativa ciudadana que representa una figura nueva y
ambigua en el contexto internacional, porque traspasa nuestras
fronteras, que no es otra que Podemos, alternativa casi personalizada
en Pablo Iglesias y las espadas envainadas de Monedero, Errejón y
Bescanza, una vez apartado el otro Pablo, Echenique, en el cenit de
su primer cisma.
¡Vade retro Satanás...! Deberíamos decir los españoles ante el
ataque de los corruptos, huestes de Belcebú escapadas de los
infiernos, cual ejército de las tinieblas, que nos atormentan y
tientan con becerros de oro a cambio de un alma pútrida mil veces
por tanta desidia y despropósitos mundanos. Y yo me pregunto ¿no
sería más honrado asumir una crisis de gobierno ante la fractura
institucional que nos reseca las meninges y convocar elecciones
anticipadas?. Ah, no perdón, “ye verdá”, que este ataque de
sinceridad y honradez no conviene a nadie porque si unos tienen miedo
al color púrpura de la coleta proscrita de Podemos tampoco a esta
coalición le apetece porque aún no puede lanzarse a la lucha
abierta sin tener pertrechadas las naves.
Y mientras tanto, tras el fragor del “y tú más” y el regodeo
de la Europa civilizada, según los últimos datos de Cáritas, uno
de cada cuatro españoles lo está pasando auténticamente mal, con
más de quinientas mil familias sin ningún tipo de ingresos y
todavía superado un 25 % de desempleo, aunque algunos ideólogos
afines al gobierno se cuestionen estos datos y hagan cábalas en
referencia a comparaciones con otras naciones o cuestionando los
estudios de profesionales de más de veinte universidades españolas.
Y así, en un nuevo giro de tuerca, más cabrón y mezquino que todos
los anteriores, si cabe, en algunas tertulias, incluso de las
televisiones más críticas con el Sistema, ciertos librepensadores
buscan hacer encajes de bolillos y en soliloquios que ni ellos se
creen, nos pretenden fundir las pocas neuronas vivas que nos quedan y
sentencian ¿Pero esos estudios de dónde vienen...? ¿En comparación
con que países estamos mal, con Eritrea o Dinamarca...? Claro todo
es comprensible cuando ya sus colegas políticos se encargan de
retocar los estimadores de referencia para redefinir umbrales de
pobreza y necesidad, dando las siguientes claves: Cómo el salario
medio se ha reducido, de la misma manera, el indicador de alarma para
definir necesidad, deberá hacerlo también...Jo, que buenos son y se
creen; y se quedan tan anchos, oye. Misma atrocidad que pensar que
si el indicador de alerta sobre la violencia de género está en que
una sola mujer lo pase mal, la dinámica de que varios canallas
asesinen todos los años, en España, a más de cincuenta mujeres
implique que ese umbral se estime en ese medio centenar...
Y cuando todo falla, porque aún no dio tiempo a que los
despropósitos educativos arrasen con los sustratos culturales, queda
la manida “herencia recibida”, tan sumamente torpe escusa como la
de la suerte para los ladrones y toreros malos, que decía el
filósofo. Hora es de olvidar los legados mesiánicos y calzarse las
espuelas para empezar a funcionar.
Y así, en este contexto nacional y patrio, en el que se desvían
las intenciones y necesidades disciplinares hacia fracturas
geopolíticas como si fuesen placas tectónicas, hacia las entregas
de trofeos a las “patas negras” del fútbol nacional, en galas de
alfombra roja, donde se crea poesía sobre el fin de ciclo en el
Barça o su rendición de Breda ante el Real Madrid, qué si la
abuela fuma marihuana o tabaco en pipa de caoba, si son galgos o
podencos, si eres de facebook o instagram, te fundes en el twiter o
amas las fotos de color sepia, en todo este maremágnum de sinrazón,
permitidme que le diga al Sr. Rajoy lo mismo que le conté, en otra
columna en este mismo diario, a finales de agosto, pero
multiplicándolo por mil veces y cien más. Y así decirle D.
Mariano, no le creo pero esta vez no lo siento; y tampoco me trago
las “películas” que se montan todos y cada uno de los imputados
en la prensa reciente. Y sepan que lo que de verdad me jode es que se
rían de todos los españoles, se apriete el cinturón del ciudadano
con furor sádico, se tilde a los funcionarios – yo no lo soy - de
inútiles, tanto al que usa un fonendo, un ratón de ordenador, una
escoba, una tiza o un tolete y por ello, a partir de la premisa de
falta de eficiencia, se pretendan externalizar sus funciones en
empresas privadas que son más eficientes. Y una p...como una olla,
cuando se privatiza, casi siempre en la empresa de un colega -como
cantan los sumarios – hay carne que se queda en las pezuñas del
regente de turno y eso es lo que hay que investigar, desde la
justicia poética...
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